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La participación en unos Juegos Olímpicos es, además de un orgullo para deportistas de todo el planeta, todo un honor para las marcas más representativas de cada país, quienes no dudan en brindar su apoyo, de una manera u otra, a sus respectivas delegaciones nacionales.
El impulso deportista que experimentó el Reino Unido desde sus Juegos Olímpicos de Londres 2012 ha perdurado en las siguientes citas con sendos (y nutridos) medalleros. Ahora, a poco menos de un año vista de los próximos Juegos, los de París 2024, los deportistas británicos comienzan a velar las armas que podrían conducirlos otra vez a la gloria.
Buena parte de su fe está puesta en su equipo ciclista el cual acaba de recibir, por cortesía de Lotus, la bicicleta que utilizarán, al menos en las pruebas de contrarreloj.
Con lo mejor de Norfolk
Lotus Engineering, la división de ingeniería aplicada de la marca, ha trabajado codo con codo con Hope Technology y Renishaw para construir, con el asesoramiento añadido de los propios ciclistas, la segunda generación de esta bicicleta de élite.
Inspirada, según asegura la misma Lotus, en los aviones de combate, la nueva Hope-Lotus es una bici enfocada claramente a la lucha contra el crono, con un cuadro en fibra de carbono compuesto por tubos prácticamente planos. Las horquillas delantera y trasera se convierten en alerones verticales que, junto a las llantas lenticulares de ambas ruedas, reducen al máximo posible las turbulencias de aire.
Los de Hethel también afirman que el proceso de fabricación y tratamiento del carbono ha seguido los mismos estándares que aplicaron, en su día, en la construcción del supercoche eléctrico Evija. Pero para ver si su bicicleta es, al menos, la mitad de ‘superveloz’, tendremos que esperar a su estreno en el Mundial de Ciclismo UCI 2023 que se celebrará en Glasgow este mes de agosto.