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La mala costumbre de prender un cigarrillo antes, en medio o después de una jornada de pedaleo puede resultar siendo una mezcla mortal para cualquier ciclista.
Si bien existen deportistas que acostumbran a llevar una vida de hábitos saludables, hay otros que tras recorrer varios kilómetros deciden celebrar con una cerveza y un cigarro. El viejo vicio del tabaco se convierte en una dependencia que va destruyendo silenciosamente el sistema cardiovascular; el mismo que paradójicamente debería verse fortalecido por la práctica recurrente de un deporte aeróbico como lo es el ciclismo.
La mayoría de personas que fuman en la ruta creen que unos cuantos kilómetros son suficientes para sudar la nicotina y eliminar todas las sustancias cancerígenas que contiene un cigarrillo. Sin embargo, la ignorancia en este tipo de temas puede salir muy cara debido a los riesgos de salud a los que se enfrentan todos los deportistas que acostumbran a mezclar el ciclismo y el tabaco.
Desmonta de tu cabeza el viejo mito de que puedes fumarte una cajetilla entera y estár tranquilo porque la vas a quemar toda haciendo ejercicio. La realidad es que este vicio reduce notablemente tu rendimiento sobre la bicicleta, acelera la aparición de enfermedades y se convierte en un veneno que poco a poco va apagando tu sistema cardiovascular. A continuación, conoce algunos de los riesgos que puedes padecer si mezclas la nicotina con las dos ruedas:
Todas las personas saben muy bien cuáles son los riesgos a los que se enfrentan si deciden tomar como un hábito el viejo vicio del cigarrillo. Más allá de las jornadas de sensibilización, este tipo de personas hacen caso omiso a las advertencias y fuman con total tranquilidad.
Pasa igual con los ciclistas fumadores, quienes aun conociendo las condiciones básicas para tener un buen nivel sobre la bici deciden prender los cigarros en la carretera.
En definitiva, cuando se acostumbra a fumar sin control el primero que comienza a padecer los síntomas del nocivo humo es el sistema cardiovascular, el cual experimenta una reducción de la capacidad aeróbica. El tabaquismo al ser un factor de riesgo genera un aumento de monóxido de carbono, que se traduce en una disminución del aporte de oxígeno al miocardio y en un aumento en los niveles de colesterol del pedalista afectado. El portal Ciclismo a Fondo reseñó otra serie de problemas relacionados con el consumo del cigarrillo en medio de la actividad ciclística:
- -Dificultad para captar oxígeno por parte de los alvéolos (en los alvéolos se desarrolla el intercambio de gases entre el aire que se inhaló y la sangre).
- -Disminución de oxígeno a nivel muscular por mal intercambio gaseoso a nivel pulmonar.
- -Vasoconstricción arterial que provoca una disminución de oxígeno a nivel muscular.
- Los jinetes fumadores registran un peligroso aumento en sus niveles de frecuencia cardíaca. Los expertos aseguran que una vez se enciende un cigarrillo antes de comenzar a pedalear, el ciclista experimenta un aumento extra de diez pulsaciones por minuto. La aceleración del ritmo cardíaco puede provocar un alza de la presión arterial y reducir, a su vez, la cantidad de sangre que llega al corazón.
- Los riesgos de fumar y pedalear son serios debido a la posibilidad que enfrenta cualquier fumador de padecer un ritmo cardíaco irregular. Si esto sucede, el ciclista podría experimentar la denominada arritmia cardíaca, en la cual el corazón podría llegar a registrar hasta 400 latidos por minuto (casos graves) y no bombear sangre con oxígeno al cuerpo de manera eficiente.
