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El mantenimiento de la bicicleta es fundamental para garantizar un buen rendimiento y seguridad sobre ella. Así lo hacen los ciclistas que compiten en campeonatos profesionales como la Vuelta a España para asegurar que pueden darlo todo minimizando riesgos. Un correcto cuidado implica tener la bici limpia, engrasada y a punto para que, y nunca mejor dicho, todo vaya sobre ruedas. Y no solo eso, sino que además prolongará la vida útil de la misma.
A continuación os explicamos cómo realizar un adecuado cuidado y mantenimiento de la bicicleta y todo lo que se necesita para llevarlo a cabo.
¿CÓMO LIMPIAR LA BICICLETA?
La limpieza de una bicicleta pasa por los diferentes elementos que la componen y los distintos tipos de lavado que hay que efectuar.
Hidrolimpiadoras: K2 Basic y Lavor Fast 120
Un mojado inicial con agua fría puede ser un punto de partida ideal para que se ablande el barro y sea más fácil de eliminar. En estos casos, las máquinas hidrolimpiadoras son un gran aliado. Estas lanzan agua a alta presión, lo que ayuda a eliminar los restos más resistentes. No obstante, no conviene usar toda su potencia o el cuadro podría perder pegatinas y esmalte, además de que podría entrar líquido en los rodamientos y juntas. Por eso conviene utilizar aparatos que permitan regular dicha presión. Por ejemplo, los modelos de Kärcher como la K2 Basic son una garantía porque permiten ajustar la fuerza en todo momento y realizar una limpieza segura con los 110 bares que puede alcanzar.
La Lavor Fast 120, que venden en Amazon por 69 euros es otra interesante alternativa, pues puede llegar hasta una presión de 120 bares que ayuda a acabar con el barrio incrustado y realizar un aclarado rápido. Solo hay que pulsar un botón y listo.
Para limpiar el cuadro, una vez ha sido mojado, hay que evitar emplear productos abrasivos para que no se deteriore. Para ello basta con usar un jabón tipo lavavajillas, por ejemplo, una esponja suave y aclarar bien con agua.
Desengrasantes
La transmisión es una de las partes donde la limpieza tiene un papel más importante de cara al rendimiento que posteriormente se realiza. Aquí es importante utilizar un desengrasante de calidad y un cepillo con unas cerdas duras. En el mercado hay una amplia gama de limpiadores que ayudan a disolver la grasa:
Los hay que son seguros en todo tipo de superficies como el Merlin Bike Care Bio, que es apto para bicicletas de aluminio o de carbono. No daña ninguno de estos materiales, ni el plástico y además es biodegradable. Actúa rápido y de manera efectiva y las valoraciones en Amazon lo avalan por ello.
Otros como el spray de Zefal que venden en Ebay por 11,45 euros no solo limpian y desengrasan, sino que también lubrican y se pueden emplear en cadenas, discos y transmisiones.
La marca especializada Weldite cuenta con un desengrasante cítrico, que está a la venta en Amazon por 11,87 euros, que elimina todos los restos óleos que haya en los componentes de la transmisión. Es natural, efectivo y fácil de aclarar con agua.
Cepillos y otros
Para realizar una limpieza con estos productos basta con rociar un poco en la parte a tratar, dejarlo actuar varios minutos y frotar con un cepillo cuando es necesario acabar con la suciedad más resistente. Para cuidar de la transmisión, cadena, platos y piñones se puede emplear uno que tenga cerdas duras y parte de plástico. La marcaParkTool vende en Amazon el GSC-1 por tan solo 4,30 euros, un modelo que cumple con lo necesario.
La suspensión y los frenos deben lavarse también de una manera adecuada, pues son dos de las partes que más repercuten en la seguridad cuando se monta en bicicleta. Para ello hay que utilizar productos que aseguren eliminar la grasa y la mugre. En estos casos se puede emplear un limpiador profesional como los de Tagvo. Esta marca vende un pack de seis productos en Amazon por 13,49 euros para ambos componentes. Así, los sistemas de frenos y la horquilla no tendrán suciedad que afecte a su funcionamiento ante la constante fricción.
Por último, tener las ruedas a punto implica una limpieza en la que se utilice agua pero no un disolvente que pueda afectar a los neumáticos. Los cepillos, estropajos duros y el agua a presión pueden ser grandes aliados. Para facilitar la labor, existen plataformas que sujetan las ruedas y así no haya que agacharse o adoptar posturas incómodas. Estos además son ideales cuando hay que realizar algún tipo de arreglo.
ENGRASAR Y MANTENER LA BICICLETA
Una vez la bicicleta está limpia, conviene mantenerla siempre a punto. Para ello hay que lubricarla para que no haya ruido en la transmisión y cadenas, cables, cambios y mandos resulten cómodos al movimiento cuando se va a salir con ella.
Lubricantes para seco: PTFE Lube y Muc-Off
Los lubricantes pueden ser para tiempo seco como el PTFE Lube de Shimano o el Muc-Off MUC966 (14,99 euros en Amazon). Estos son adecuados para condiciones climáticas secas, resultan menos aceitosos y atraen menos suciedad sobre dichas piezas.
Lubricantes para húmedo: Cross Country y Finish Line
Por otro lado están los que se emplean en condiciones húmedas o extremas como el Finish Line Cross Country (desde 5,50 euros en Amazon). Este es perfecto para época de lluvias o cuando nos desplazamos por charcos. La alta concentración de aceite permite que el agua no acabe con ellos y corran con suavidad, pero a la larga acumulan más suciedad.
Otras herramientas
Otra opción es una multiherramienta portátil como la de Crank Brothers pensada para bicicletas. Esta es una auténtica superventas que acapara multitud de valoraciones positivas. Se puede llevar a cualquier lugar y disponer siempre de los 17 artilugios de los que dispone para apretar o desmontar la pieza que se requiera.